Importancia de la Legislación Farmacéutica

El farmacéutico es un profesional de la salud, el cual tiene bajos su responsabilidad la salud y la protección humana. Dentro del campo laboral del farmacéutico se comprende todos aquellos factores relacionados a la cadena distributiva de los medicamentos: fabricación, control de calidad, dispensación, etc. En sus manos se encuentra el poder mantener, restaurar y preservar la salud de la población. Pero ¿por qué es necesaria la legislación farmacéutica?


La legislación farmacéutica es el conjunto de las normas reguladoras de los medicamentos y de la actividad profesional farmacéutica en toda su extensión, expuesto de manera sistemática y ordenada. Constituye así, el medio más importante por el cual se logra el bien común; entendiéndose como “bien común”, en el ámbito farmacéutico, a la preservación de la salud humana en la sociedad.

Si una persona se encuentra enferma, es de gran importancia para su recuperación que la persona tenga acceso a una terapia farmacéutica, de ser necesaria. Si esta persona, cuya salud se encuentra comprometida, consume un medicamento ineficaz, de mala calidad, nocivo o falsificado, podría provocar un fallo terapéutico, agravar su condición, generar una farmacorresistencia y en ocasiones el paciente podría llegar a pagarlo con su propia vida. Tomando en cuenta lo delicados que pueden ser los medicamentos, es que surge la necesidad de legislar la materia. Por ello, se deben crear organismos nacionales que regulen eficazmente la fabricación, el comercio y el uso de los medicamentos para poder garantizar la salud humana.

Previamente se mencionó que el farmacéutico juega un papel importante en la salud pública. Sin embargo, no es el único profesional que se encuentra involucrado con respecto a los medicamentos. Con relación a los medicamentos se encuentran involucradas varias partes, y son las leyes  las que deben entonces definir de forma clara y explícita las funciones, responsabilidades y derechos de cada una de estas partes, dentro de las cuales se incluyen además del farmacéutico: médicos, auxiliares, enfermeras, e incluso importadores, fabricantes y distribuidores.

De esta forma, la legislación farmacéutica se asegura de que los fabricantes de medicamentos cumplan con altos estándares de calidad, los cuales permiten que los productos elaborados sean eficaces y seguros para el consumidor. De la misma forma también obliga a que estos provean de toda la información necesaria con respecto al uso del medicamento, sus contraindicaciones, precauciones, advertencias, modo de uso, etc. Junto con ello, cada laboratorio destinado a la producción de medicamentos debe contar con una licencia sanitaria, lo cual indica que el laboratorio en cuestión se encuentra con la capacidad, conocimiento y métodos necesarios para elaborar de forma correcta y segura productos farmacéuticos. Y más aún, cada producto farmacéutico se registra mediante un registro sanitario.

También existen medidas para controlar la promoción y publicidad de los productos farmacéuticos. Debido a que la población puede verse influenciada a comprar un medicamento que quizá no necesita o desconoce cómo utilizarlo, únicamente porque lo vio en un anuncio publicitario, es que resulta necesario aplicar regular este tema. De esta forma, no se permite la promoción de medicamentos vendidos bajo prescripción médica; únicamente se permite la de aquellos medicamentos que sean catalogados como “venta libre”. En estos medicamentos de venta libre, además, la ley obliga que la publicidad sobre estos medicamentos no sea engañosa, y provea información fidedigna y comprobable.


Referencias:

1. Bolis, M. (2002). Legislación y equidad en salud. Panamerican Journal of Public Health, 11(5/6), 444-448 

2. Castillo, C. (2011). ¿Legislación Farmacéutica o Derecho Farmacéutico? Análisis. Vitae, Revista de la Facultad de Química Farmacéutica, 18(1), 83-87.

3. Organización Mundial de la Salud. (2003). Perspectivas políticas de la OMS sobre medicamentos: Por una reglamentación farmacéutica eficaz, como garantía de seguridad, eficacia y calidad. Organización Mundial de la Salud: Ginebra.



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